eres demasiado sentimental e insegura, de las palabras te enamoras y sobretodo... vuelas sola...
Quizás algún día, cuando el dolor disminuya hasta el punto en el que yo sea capaz de soportarlo, me sentiré capaz de mirar atrás hacia esos días que siempre consideraré especiales, incluso hasta llegar a ser verdaderamente importantes. Y ese día, estaré segura de que me sentiré agradecida por todo lo que me has dado, más de lo que yo pedía y de lo que me merecía. Aunque no lo creas, marca un antes y un después. Yo tampoco entiendo como llego a creer algo así. Pero esa es la verdad absoluta. Tú eras el único capaz de hacerme feliz en un segundo, y en otro tirarme el mundo abajo. Y sabes una cosa? Has conseguido las dos cosas, y al final has decidido dejarme el mundo en ruinas para luego marcharte. No me arrepiento de haberte dicho "te quiero" tantas veces como lo he llegado a pensar. Y tampoco de querer curar tus heridas, de prosperar a mover cielo y tierra para verte feliz, de que tu sonrisa provocara la mía, de entregarte mis ganas, mis ilusiones y mis días. No me arrepiento de haberte querido tanto, con las consecuencias que ello conlleva. Y te quiero. Siempre va a ser así. Pero tambien imaginamos una historia de película, lo recuerdas? Juntos creamos un guión, decidimos los personajes, montamos una buena escenografía hasta que... bueno... tu mismo escribiste el final y yo le puse el punto. Ahora que te has ido, no sé donde andas ni con quien y he llegado a pensar que me gustaría no querer saberlo. Pero es algo totalmente incierto. Todo me recuerda a ti, incluso cuando nada me lleva a ti hago todo lo imposible para que acabe acordandome de ti, o de nosotros. Siento que me has fallado, que me has derrumbado y te has ido con lo puesto. Y te has llevado mi perdón. Porque te perdono. Porque seria incapaz de sentir algun mínimo rencor hacia ti. Ahora soy todo dolor pero sigo aquí. En dos semanas sólo he podido llorar al ver como te ibas y lamentarme al perderte, caer rendida al ver como todo a mi alrededor se desmorona ahora que ya no estás, perder el apetito y las ganas de seguir con el verano. He perdido mis ganas y mis fuerzas. Pero no te sientas culpable, yo asumo la responsabilidad de dejar que me hicieras daño. Supe desde el primer momento que quererte me iba a doler, pero ni tan solo por una milésima de segundo pasó por mi mente el echarme atrás. Al volver a mirarte comprobé que era un riesgo que tenía que correr. Y aquí me tienes, la valiente arriesgó y luchó por lo que quería. He salido perdiendo... eso he pensado hasta ahora. Pero tu me has enseñado muchas cosas, y creo que yo también he ganado. Gracias... Te quiero... Lo siento... Y por favor, no me olvides, tampoco me tengas mucho en cuenta pero no me eches al olvido. No sería capaz de asimilar que has logrado olvidarme. Porque yo ni quiero, ni puedo, ni voy a hacerlo.

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