eres demasiado sentimental e insegura, de las palabras te enamoras y sobretodo... vuelas sola...
He roto mis propias reglas: decidí no querer a otro con todas mis fuerzas si no me sentía totalmente igual correspondida. Y ahora no soy capaz de explicarme de que forma he llegado a quererte, pero te aseguro que hasta el punto en el que he llegado a enloquecer. No sé de cuantas maneras pero de todas te quiero. Hoy me he acercado a los recuerdos, he ido a su encuentro en lugar de huir. Me he sentido demasiado viva al notar una gran presión en mi pecho, he sollozado hasta desgarrar la garganta, por un momento ha sido como dejar de respirar y ahogarme entre mis propias lágrimas, presionar fuerte contra mi almohada, y asustarme al ver cuanto dolor puedo llegar a sentir. A pesar de lo mucho que me impresionaba el pensar que algun día podría ser capaz de no pensar en él, tampoco he intentado olvidarle. Por lo tanto, era algo sumamente improbable. Me ha llegado a preocupar que el hecho de que todo ya se haya desvanecido, pudiera hacer que dejara de recordar el tono de su piel, el color de sus ojos, la sensación al verle, o como suena exactamente cuando ríe. No podía hacerme a la idea, pero sentía la obligación de recordarlo.

1 comentario:

  1. recordar nos enseña a no olvidar, e incluso, precisamente cuando el recuerdo se vuelve doloroso se puede decidir querer empezar a olvidar.

    (:

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